05/10/12

Mujeres ‘son más vulnerables al cambio climático’

Úrsula Oswald Spring es profesora de la UNAM y miembro del IPCC Crédito de la imagen: USC Public Diplomacy / Flickr

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El 72 por ciento de las personas que viven en extrema pobreza en el mundo son mujeres. Y por este y otros factores, ellas son el grupo más vulnerable a desastres causados por eventos climáticos extremos

Así lo planteó Úrsula Oswald Spring, profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), durante el taller Gestión de riesgos de eventos climáticos extremos y desastres en América Central y América del Sur, basado en los resultados del Informe Especial del IPCC sobre Eventos Climáticos Extremos (SREX, por sus siglas en inglés) y realizado el 16 y 17 de agosto en Sao Paulo, Brasil.

En una entrevista con la Agencia FAPESP (26 de septiembre), de Brasil, Oswald agregó que los grupos más vulnerables son “primero, mujeres y niñas; segundo, grupos indígenas que viven en comunidades con idiomas y culturas distintos a los propios, y tercero, todas las personas que habitan en ciudades en extrema pobreza y en zonas de alto riesgo de violencia, inmigrantes ilegales, desempleados y personas expuestas a clima desmesurado”.

En el caso de las mujeres, su vulnerabilidad se ve incrementada porque culturalmente asumen el rol de cuidadoras de los demás en detrimento de sí mismas.

“Debemos capacitarlas para que este proceso de cuidado de los otros no se haga a expensas de sus vidas”. Esto implica generar condiciones para que ellas “tengan un mayor poder de decisión”, señala.

Para ello es necesario dar mayor acceso a educación, mayor visibilidad al trabajo femenino y su contribución a la economía y generar leyes que les garanticen más equidad y participación en todos los procesos de decisión.

“Es necesario inculcar a las mujeres que en momentos de peligro inminente tienen derecho a dejar sus hogares”, ejemplifica. “Muchas comunidades les prohíben dejar su hogar si un hombre no las compaña. Esta es una discriminación que se debe superar con leyes de igualdad de género”, dijo.

En la entrevista, la investigadora destacó iniciativas como la Universidad Campesina del Sur, en México, cuyas usuarias son principalmente mujeres a quienes se enseña actividades como agricultura en huertos familiares para garantizar la alimentación familiar, manejo del agua e integración de medicina complementaria empleando hierbas y métodos de sanación tradicionales.

Además, aplican conocimiento tradicional y científico “para buscar soluciones colectivas que permitan enfrentar diversos problemas, incluyendo el cambio climático”.

Finalmente, Oswald subrayó que para enfrentar riesgos climáticos extremos “los países deben descentralizar sus acciones” y adoptar gestiones de riesgo administradas localmente.

“Los 10 primeros minutos de una situación de riesgo, como inundaciones o aludes, son cruciales y no hay cooperación internacional que pueda ayudar. Por eso, los países deben hacer grandes inversiones en prevención y capacitación a nivel local”, concluye.

Enlace a la entrevista completa en Agencia FAPESP
(en inglés)