23/03/11

Incluir a población en diseño de tecnologías para desarrollo

Los lugareños deberían ser entrenados para contribuir a sus propias soluciones para el desarrollo Crédito de la imagen: nova3web

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Involucrar a los habitantes locales en el diseño de tecnologías y políticas de desarrollo los ayudará a convertirse en “los inventores cotidianos de sus propias soluciones”, argumenta José Gómez-Márquez. 

Los diseñadores de tecnologías a cargo de encontrar soluciones para el mundo en desarrollo se centran principalmente en el costo y la adaptabilidad a los entornos locales, dice. Pero incentivar la creación conjunta en el proceso de diseño empodera a los lugareños para convertirse en colaboradores, y no sólo en usuarios finales. 

No todos los diseños se plasmarán en una invención efectiva, por lo que la evaluación empírica es crítica, dice Gómez-Márquez. Y esto requiere tomar en cuenta la conducta económica de los usuarios. 

Los innovadores locales deberían ser instruidos para usar la investigación sobre el impacto de sus diseños como un aspecto clave del proceso, agrega. 

Y el campo de la economía conductual —el estudio de cómo las personas toman decisiones económicas— puede proporcionar un conocimiento profundo sobre la mejor manera de acelerar la difusión de innovaciones diseñadas localmente. 

Cita el ejemplo del personal de salud que decide no compartir la información sobre educación médica que ha recibido si tiene que pagar por el acceso a Internet. 

Evaluar las innovaciones usando economía conductual también puede guiar el desarrollo de herramientas que induzcan directamente cambios de comportamiento, dice Gómez-Márquez. 

En Nicaragua, la adherencia a los medicamentos para la tuberculosis fue mayor entre los pacientes a quienes se les regalaron minutos gratis de telefonía celular y diagnósticos químicos. Estos probaron ser incentivos más efectivos que el microfinanciamiento en una evaluación inicial. 

Gómez-Márquez argumenta que aunque los diseñadores podrían no querer ceder el control ni trabajar con quienes no son profesionales, la colaboración permitirá a los usuarios locales proponer estrategias de desarrollo novedosas e innovadoras. 

Enlace al artículo completo en Boston Review