11/01/10

¿Podrá Lidia Brito rescatar la ciencia en la UNESCO?

Lidia Brito Crédito de la imagen: Flickr/cdelondon

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En octubre, Lidia Brito, ex ministra de ciencia de Mozambique e investigadora forestal de la Universidad Eduardo Mondlane en ese país, fue nombrada directora de la división de política científica de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).

Asumió el cargo el 1 de diciembre, relevando a Mustafa El Tayeb, quien dirigió la política científica de la UNESCO desde 1996.

La experiencia de Brito escribiendo y ejecutando de manera exitosa las políticas científicas en Mozambique le valió ser considerada una opción popular para el puesto, particularmente porque tendrá que trabajar con países a lo largo y ancho del continente para desarrollar sus propias políticas científicas. A continuación el diálogo que sostuvo con SciDev.Net sobre sus planes.

En el pasado, la gente se quejó de que la “S” de la UNESCO (equivalente a la inicial de ciencia en inglés) estaba ignorada, y además situada detrás de la educación y la cultura en la organización. Esto ¿está cambiando?

La política científica se está convirtiendo en una gran prioridad para los gobiernos y también para la UNESCO. Con este fin, hemos aumentado nuestro presupuesto y esperamos continuar por ese camino. Hay mucha demanda en este sentido por parte de los estados miembros y necesitamos más capacidad para entregar un buen producto.

Habiendo dicho esto, necesitamos hacer más para aumentar la visibilidad de la ciencia en la UNESCO. Pero creo que ese es justamente el estado de ánimo que existe en la organización. Si usted se fija en los discursos de nuestra directora general (Irina Bokova), verá que menciona la ciencia como una parte fundamental del trabajo de la UNESCO. Por lo tanto, hay un nicho para la ciencia en el sistema de las Naciones Unidas (NN.UU.).

Por supuesto, afrontamos varios desafíos. Por ejemplo, necesitamos fortalecer nuestras alianzas al interior del sistema de las NN.UU. y también con otras organizaciones. Ya hay vínculos establecidos, pero necesitamos usarlos mejor. Lo que estamos diciendo es que 2010 es el ‘año de las alianzas’ para nosotros. Aumentaremos y fortaleceremos las alianzas que tenemos. Pero también contamos con algunas ventajas competitivas que debemos explorar más.

¿Cómo cuáles?

Nuestra amplia experiencia interna, el poder de convocatoria, la organización y promoción de diálogos sobre ciencia para el desarrollo entre múltiples partes interesadas, la ciencia para la paz, para el mejoramiento de la sociedad… esas son características muy importantes de la UNESCO que nos dan una ventaja.

En su opinión, ¿cuáles son las mayores barreras para la creación de buenas políticas científicas en los países en desarrollo, y cuáles las mejores formas de superarlas?

Un desafío clave es la capacidad. Cualquier política pública debe tener una fuerte autonomía nacional y para eso se necesita capacidad. De allí por qué la mayor parte de nuestros programas en la UNESCO se enfocan en la construcción de capacidad, con el fin de que los gobiernos puedan tener un equipo nacional fuerte.

Otra cuestión es asegurarse que la política científica atraviese todos los sectores relevantes del gobierno. Las buenas políticas científicas crean las bases para mejorar otras políticas e implementarlas con más relevancia y eficacia. Las políticas científicas deben extenderse a los medios de comunicación de manera que el público en general pueda empezar a tomar decisiones informadas basadas en la experiencia científica.

Finalmente, hay una lección que yo aprendí en Mozambique: cuando se empiezan a diseñar políticas científicas, se debe comenzar por incluir en el presupuesto algunas actividades piloto inmediatas. De esa forma, se movilizan actores que tendrán que involucrarse de todas maneras cuando se comiencen a implementar. Esta también es una forma de ir creando conciencia y apropiarse de las políticas.

La UNESCO apoya a los países en la elaboración de sus políticas de ciencia, pero tiene poco dinero para ayudar a implementarlas. ¿Cómo puede asegurarse de que las políticas no sean solo palabras en un papel, sino que sean llevadas a la práctica?

Tenemos un buen ejemplo en Tanzania. El gobierno ha liderado un proceso, apoyado por la UNESCO, para movilizar recursos de otros actores para que pueda comenzar a implementar su política (Ver Science R&D enjoys a windfall in Tanzania, disponible en inglés).

La voluntad política es muy importante en este contexto. Por supuesto, esto es igual para cualquier política pública. Pero pienso que en el caso de las políticas científicas es aún más importante porque hay estructuras políticas que necesitan atravesar todo el gobierno.

¿Cuáles son sus otras prioridades para las actividades de política científica en la UNESCO?

Queremos integrar mejor nuestro trabajo con los otros brazos de la UNESCO. Una prioridad es trabajar más estrechamente con los programas de ciencias sociales pero también necesitamos trabajar más con educación, comunicación e información.

Trataremos asimismo de construir capacidad en una forma menos tradicional. Por ejemplo, estamos viendo si podemos utilizar nuestros programas virtuales para ofrecer más capacitación en política científica.

La comunicación de la ciencia es otra cosa en la que sentimos que necesitamos invertir más recursos. Es muy importante para el seguimiento de las políticas y su impacto. En definitiva, estoy recién llegada y necesito un poquito más de tiempo para hacer que todos estos planes se concreten.

¿Habrá nuevos programas?

Hay muchas ideas frescas. Estamos discutiendo si podemos hacer más en torno al Día Mundial de la Ciencia. ¿Puede convertirse en un verdadero desencadenante de la ciencia para el desarrollo? ¿Podemos hacer de la celebración de este día un proceso que realmente mueva y movilice a diferentes actores?

También estamos discutiendo las posibilidades de extender nuestros programas sobre historia de la ciencia. Lo hemos hecho para los Estados árabes, pero ahora estamos viendo si es posible que participe la China, y tal vez ampliar las actividades al África y América Latina.

Otra idea es crear museos virtuales de ciencia de la misma manera como la sección cultural de la UNESCO ha hecho con los objetos cotidianos. Pero la mayor parte de esas ideas todavía necesitan ser debatidas y pasar por un proceso de diseño. ¡A estas alturas estamos en el intercambio de ideas!

Lidia Brito pertenece a la directiva de SciDev.Net