11/08/10

Glicerina, posible vía para remover petróleo derramado

Imagen satelital de la mancha de petróleo en el Golfo de México Crédito de la imagen: NASA MODIS Rapid Response Team

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[CURITIBA] Investigadores brasileños han desarrollado una técnica para limpiar los mares y los ríos afectados por derrames de petróleo, como el ocurrido recientemente en el Golfo de México. El método también permite reutilizar ese petróleo, dicen los investigadores.

La técnica brasileña utiliza glicerina, un subproducto de la reacción para la obtención de biodiesel, cuya producción viene creciendo en el país.

"Hoy se producen 100 mil toneladas de glicerina por año en Brasil, y el país ha estado invirtiendo en nuevas alternativas para el producto", dijo a SciDev.Net el coordinador del proyecto, Fernando Gomes de Souza Júnior, del Instituto de Macromoléculas de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

El precio de la glicerina ha disminuido en razón al aumento en la producción de biodiesel, y se buscan nuevas aplicaciones para grandes cantidades del producto.

El grupo de investigadores transforma la glicerina en una resina químicamente similar al petróleo. Ese material recibe nanopartículas de hierro, y luego se pulveriza. El polvo puede ser lanzado sobre la mancha de petróleo: una tonelada de resina es capaz de absorber 23 toneladas de petróleo, convirtiéndose en una masa plástica flotadora.

Para retirarlo del mar, se le acerca una estera magnetizada a esta masa, que es atraída gracias a las partículas de hierro.

"La ventaja de esta técnica es dar un destino noble a un subproducto. Otra ventaja muy importante es que todo el petróleo recogido se puede recuperar a través de un proceso de lavado. Incluso se puede utilizar la resina de nuevo", dijo Souza Júnior.

El método desarrollado por el equipo, que está en proceso de registro de patente, evita el uso de dispersantes y la quema del petróleo recogido, lo cual genera controversia entre los ecologistas.

Brasil, conocido por ser líder mundial en exploración de petróleo en aguas profundas, ahora está empezando a explotar las reservas que se sitúan en profundidades de unos siete mil metros, en el nivel de la llamada capa de presal.

En la actualidad aumenta la preocupación por lograr evitar accidentes como el del Golfo de México, así como para tener la capacidad de recuperar rápidamente las áreas afectadas en caso de desastre.