06/06/14

Antes de que empiece la Copa Mundial su mascota anota un gol

Armadillo in Brazil.jpg
Crédito de la imagen: Mehgan Murphy/Smithsonian’s National Zoo

De un vistazo

  • Científicos dicen que los organizadores descuidaron objetivos ecológicos de la competencia
  • El gobierno publicó un plan para proteger a la mascota en la vida real
  • Hay esperanzas de que el hábitat del armadillo en el bosque también sea conservado

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[RIO DE JANEIRO] El llamado de científicos brasileños para proteger al armadillo de tres bandas, la mascota de la Copa Mundial de Fútbol 2014, que se halla en peligro de extinción, parece haber sido escuchado.
 
El 22 de mayo, el gobierno brasileño publicó un plan de acción para conservar este armadillo, que es exclusivo de Brasil.
 
El documento propone aumentar las áreas protegidas donde vive el animal, mejorando los incentivos financieros para prevenir su caza e incrementando la educación sobre la importancia de proteger esta especie.

 

“El gobierno ya estaba trabajando en el plan [de conservación], pero creo que nuestro artículo presionó para que fuera publicado lo más pronto posible”.

Enrico Bernard

Un mes antes de la publicación del plan, un grupo de científicos había criticado a la FIFA —el órgano rector internacional del fútbol— y al gobierno de Brasil por desperdiciar la gran oportunidad de ofrecer un verdadero legado de conservación para la Copa Mundial 2014 en Brasil mediante la protección de la mascota en la vida real.
 
En el artículo, publicado el 22 de abril en la revista Biotropica, los investigadores indicaron que después de escoger a la mascota, llamada Fuleco (una combinación de las palabras fútbol y ecología en portugués), no se propuso nada para proteger al armadillo en su hábitat: la caatinga, un tipo de bosque seco tropical.
 
Los autores entonces ofrecieron tres propuestas para que la Copa Mundial, que comienza la próxima semana, pueda estar a la altura de su legado ecológico prometido.
 
El primero era cumplir el compromiso hecho en 2011 por el gobierno de Brasil para invertir US$275 millones en la infraestructura de 47 áreas protegidas. Dos años después, esta cifra se redujo a solamente 16 áreas y se ha otorgado menos del dos por ciento de este financiamiento, señalaron los autores.
 
En segundo lugar, crear áreas específicas de conservación en la caatinga. Los autores propusieron que se declarasen 1.000 hectáreas de área protegida por cada gol que se anote durante la Copa Mundial, lo que —basándose en los resultados de torneos anteriores— podría conducir a la conservación de hasta 171.000 hectáreas.
 
Por último, acelerar la realización y publicación de un plan de conservación para el armadillo de tres bandas del Brasil, que no había sido emitido a pesar de que la especie fue clasificada como ‘vulnerable’ hace casi dos décadas.
 
“El gobierno ya estaba trabajando en el plan, pero creo que nuestro artículo presionó para que fuera publicado lo más pronto posible”, comenta a SciDev.Net Enrico Bernard, autor correspondiente del artículo y biólogo de la Universidad Federal de Permambuco, Brasil.
 
Emilio Bruna, ecologista tropical de la Universidad de Florida, Estados Unidos, y editor de Biotropica, concuerda con él.
 
“Mi opinión puede estar sesgada, pero creo que el artículo sí tuvo un impacto”, afirma. “Fue ampliamente difundido por los medios tradicionales y las redes sociales, y tan solo una de las historias recibió 19.000 recomendaciones”, informa.
 
El ministro de medio ambiente de Brasil declinó hacer comentarios sobre este tema.
 
Uno menos, quedan dos
 
Bernard dice que el plan de conservación puede conducir a la implementación por parte del gobierno de la segunda propuesta.
 
“El plan de acción prevé la creación de un área protegida en la caatinga”, señala.
 
Datos del Ministerio de Medio Ambiente muestran que la caatinga alguna vez cubrió el 11 por ciento de Brasil, pero ahora tiene menos de la mitad de su tamaño original.
 
“La expansión de las áreas protegidas es importante, pero se tienen que asignar más recursos para el manejo y protección de esas áreas”, recalca Bruna.
 
En el artículo, los autores instan a la FIFA y al gobierno brasilero a usar el Fondo de Legado de la Copa Mundial de la FIFA, cuyo objetivo es impulsar el desarrollo de la comunidad, para financiar estas acciones cuando concluya la competencia. 
 
“Usar el legado para temas ambientales y no solo para cuestiones sociales creará una nueva línea de base para futuras copas del mundo”, remarca Bernard.
 
Enlace al resumen del artículo en Biotropica (en inglés)
 
Enlace al resumen ejecutivo del plan de conservación (en portugués)

References

Biotropica doi: 10.1111/btp.12114 (2014)