04/12/17

Guatemala: usan celulares para detectar casos de influenza

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De un vistazo

  • Investigadores de Guatemala apelan al celular para mejorar la detección de influenza
  • Esta plataforma electrónica mHealth puede aportar datos sobre subdiagnosis y automedicación
  • mHealth no sustituye a la vigilancia tradicional, pero puede hacer el monitoreo más oportuno.

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Investigadores en Guatemala desarrollaron la plataforma móvil mHealth que permite a los ciudadanos enviar mensajes de texto o usar la app Mi Gripe para reportar casos de gripe y alertar, de manera temprana, posibles brotes.

Los resultados de su primera prueba piloto fueron publicados en la revista JMIR Public Health and Surveillance (oct-dic).

A pesar de que la influenza es una de las enfermedades más comunes y mortales en América Latina, los sistemas de vigilancia frecuentemente son imprecisos o inoportunos, lo que limita el diagnóstico y la respuesta inmediata ante brotes.

En Guatemala, la falta de recursos, personal e infraestructura sanitaria ha propiciado que los reportes oficiales de primeros casos de influenza estacionaria y otras enfermedades respiratorias estén, a menudo, incompletos y con retrasos.

Precisamente, para disminuir estas deficiencias, fue creado mHealth, un proyecto en el que participaron instituciones locales como la Universidad del Valle de Guatemala y el Ministerio de Salud del país, y fue financiado por un acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

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Captura de pantalla de mHealth.

“La información no viene de muestras tomadas en hospitales o laboratorios”, como lo haría la vigilancia tradicional, sino que “es enviada voluntariamente por las personas desde casa, trabajo, bus u otro lugar”, dice a SciDev.Net José Tomás Prieto, investigador principal del proyecto en la Universidad del Valle de Guatemala.

Prieto identifica que “a pesar de la pobreza, las personas tienen celulares pero carecen de acceso a información de salud”. Para aprovechar este hecho, seleccionaron a 189 cabezas de familia —584 personas de distintas zonas del país—, las entrenaron para usar mHealth y evaluaron cómo funcionaba durante ocho meses.

En sus reportes, los usuarios debían mandar información sobre la salud de su familia, respondiendo preguntas como “¿cuántas personas en su hogar han tenido fiebre y tos en los últimos siete días?”

Entre los 468 reportes que recibieron los investigadores, en un cuarto se indicaba que al menos una persona del hogar tenía síntomas de influenza; en 33% de los casos reportados, la gente compró medicamentos sin consultar mientras que en 27% sí acudieron al médico.

También notaron que la mitad no mandó reportes debido, en buena medida, a la desconfianza. “Varias personas dudaron en compartir sus teléfonos ya que, en el momento del estudio, el área se veía afectada por la recurrencia de extorsiones y crimen”, dice Prieto.

Pero conforme pasó el tiempo comenzaron a involucrarse más personas, porque conocían a otros que participaban. Al tener una plataforma segura que no necesita de interacción frontal con otra persona, el miedo a la victimización desapareció.

El experto concluye que si bien la plataforma no sustituye a la vigilancia tradicional, sí puede ser complementaria para que el monitoreo de enfermedades respiratorias sea más oportuno.

Para Natalia Mantilla, investigadora de la UNAM, quien también desarrolla un proyecto de monitoreo de influenza en México, estas plataformas electrónicas pueden aportar información valiosa de cierta población que, por no ir al médico cuando tienen síntomas de influenza, no aparece en los registros oficiales, lo que puede favorecer contagios y automedicación.

“El gran reto es lograr que la gente participe y mantenga su interés. Si no tienen una buena razón para seguir, lo van a dejar de hacer. Hay que hacerles ver a las personas que el mayor valor es saber más sobre su propia salud”, dice Mantilla.

Prieto cree que este sistema podría ser utilizado en otros países de América Latina. “Crear una nueva plataforma para vigilar otros padecimientos en la región —como zika o chikungunya— sería relativamente fácil y poco costoso”, dice Prieto, quien, después de esta prueba piloto, concluyó que identificar cada caso costaría seis dólares.
 
Enlace al estudio en JMIR Public Health and Surveillance