08/12/16

Organizaciones buscan agenda común contra fractura hidráulica

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Algunos participantes del Congreso de la Nación en Buenos Aires. Crédito de la imagen: Cortesía de 350.org

De un vistazo

  • El fracking es una técnica para buscar gas y petróleo en el subsuelo, fracturándolo
  • Pero opositores dicen que impacta negativamente sobre biodiversidad, el agua y los seres humanos
  • Una coalición latinoamericana busca estrategias conjuntas para detener su uso en la región

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[BUENOS AIRES] Mientras líderes mundiales, reuniones multilaterales y acuerdos varios batallan por reducir la quema de combustibles fósiles contaminantes, entre otras razones para no agravar aún más el cambio climático, crece la inversión en búsquedas no convencionales para conseguir gas y petróleo, como la fractura hidráulica —o fracking— que  consiste en inyectar gran cantidad  de agua a presión para, literalmente, quebrar (fracturar) la roca que contiene los hidrocarburos.
 
La técnica es perjudicial también para las personas que viven cerca de esas plataformas, sin mencionar el impacto sobre la biodiversidad y el agua.
 
Ante la flagrante contradicción, pueblos, activistas ambientales y legisladores con tendencia verde de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Uruguay se reunieron en el Congreso de la Nación en Buenos Aires (1º de diciembre) en una jornada internacional, a iniciativa de la Coalición No Fracking Brasil por el Clima, Agua y la Vida (COESUS).
 
Su objetivo fue definir estrategias conjuntas de acción para detener el fracking, que tiene muchos planes en América Latina. Por ejemplo, en el acuífero Guaraní una de las reservas de agua dulce más grandes del planeta, ya se han hecho estudios de prospección sísmica previos a la explotación.

Además, varios miembros de COESUS viajaron a la Patagonia argentina, donde se encuentra Vaca Muerta, uno de los yacimientos no convencionales más grandes del mundo. Allí, los efectos ambientales y sociales del fracking ya se sienten.
 
“Hemos tenidos victorias: Uruguay lo prohibió en cinco regiones; en Brasil, hay 200 ordenanzas municipales iguales; y en Argentina son 57 los municipios que lo prohibieron y avanzan proyectos de leyes provinciales. Estamos mal pero hay muchos logros”, señaló a SciDev.Net Nicole Oliveira, directora de regional de la ONG mundial 350.org.
 
En Uruguay existe un proyecto nacional para prohibir esta tecnología que será debatido en el Senado en 2017.
"Seguiremos apoyando a los movimientos locales de legisladores, sociedad civil, iglesia y académicos en toda América Latina, para que compartiendo experiencias, seamos victoriosos para dejar el gas en el subsuelo", señala.