13/04/16

Trigos criollos mexicanos ayudarán ante cambio climático

Trigo en Batan, CIMMYT
Muestras de variedades de trigo. Crédito de la imagen: Banco de germoplasma del CIMMYT

De un vistazo

  • Trabajo conjunto de científicos permite conocer características de 8,400 variedades de trigo mexicano
  • Información permitirá desarrollar variedades de alto rendimiento y resistentes a cambio climático
  • Expertos en trigo de México, EEUU, India y África ya están usando el conocimiento generado

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

La variabilidad genética que se encuentra en miles de variedades de trigo criollo mexicano, como producto de la adaptación que la planta ha hecho a los distintos climas del país, fue descifrada por un grupo internacional de científicos.
 
Con esa información, los mejoradores podrán desarrollar variedades de alto rendimiento y resilientes al cambio climático.
 
Investigadores de China, India, Uruguay y México, coordinados por el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT), usaron la tecnología de para caracterizar más de 8,400 variedades de trigos criollos cultivados durante cientos de años.

“Este enfoque consiste en desarrollar variedades en las cuales la diversidad genética (disponible en los bancos de genes) se complementa con la diversidad climática”.

Sukhwinder Singh – CIMMYT

“Este enfoque consiste en desarrollar variedades en las cuales la diversidad genética (disponible en los bancos de genes) se complementa con la diversidad climática”, explica a SciDev.Net Sukhwinder Singh, experto en trigo de CIMMYT y autor del artículo publicado en Scientific Reports (15 de marzo).
 
La idea, agrega, es rescatar el conocimiento escondido del germoplasma del trigo, y potenciar el uso que los datos genéticos representan para la adaptación que el grano ha desarrollado a la variedad climática.
 
También se encontraron sub-grupos que se han adaptado a ambientes específicos. Quedó demostrado que entre ellos hay gran variedad genética que corresponde a los distintos climas.
 
Esto significaría que si se conoce qué variedades se han adaptado mejor se las puede utilizar para mejorar el rendimiento del trigo, que en la actualidad aporta cerca del 50 por ciento de las proteínas consumidas por las poblaciones de países en desarrollo.
 
Oriundo de la antigua Mesopotamia, en el oriente próximo, el trigo llegó a América en el siglo XVI, con los conquistadores españoles.
 
Alma Piñeyro, investigadora de producción agrícola y animal de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en México, considera que esta caracterización es una “excelente contribución” para evaluar la diversidad genética contenida en colecciones de trigo ex situ, ya que la investigación combina características genéticas de la planta con condiciones climáticas históricas de distintas regiones.
 
El tipo de mejoramiento genético que se puede realizar se vale en este caso de la variabilidad natural existente —a diferencia de los transgénicos en los cuales la variación se crea al introducir genes de otras especies en la planta— lo que, según Piñeyro, “es una buena noticia”.
 
“Ambos enfoques son diferentes y no se oponen, incluso, podrían ser complementarios en el futuro”, señala Singh.

Añade que expertos en trigo de México, Estados Unidos, India y África, “ya están usando el conocimiento generado así como los recursos de razas criollas para desarrollar variedades adaptadas a cada región”.
 
Para Piñeyro el estudio muestra “la necesidad de establecer políticas públicas que también protejan esta categoría de cultivos, algo que no es prioridad en las políticas públicas de conservación en México”, afirma.
 
Enlace al artículo en Scientific Reports (en inglés)