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[SANTIAGO] El cambio climático afectará severamente los Andes tropicales hacia el final de este siglo y podría provocar escasez de agua, dicen científicos.

Su estudio — un primer intento por determinar futuros cambios climáticos en la región — concluye que el aumento en la temperatura “probablemente conducirá a severos impactos en la actividad socioeconómica” y la biodiversidad.

Los investigadores simularon dos diferentes escenarios de cambio climático para el período 2071- 2100: un escenario con baja emisión de gases invernadero y crecimiento reducido de la población y un escenario con emisiones media-altas con alto crecimiento de población, para lo cual usaron modelos climáticos regionales.

Los modelos predicen un aumento de temperatura de 2 – 7 grados Celsius, dependiendo del lugar y el escenario, para toda la región tropical de Sudamérica.

La zona más fuertemente afectada serán los Andes tropicales, donde se ubica el 99 por ciento de todos los glaciares tropicales. Éstos proporcionan a la región circundante un suministro constante de agua, reteniendo gran parte de las precipitaciones que caen a gran altura y — cuando la nieve se derrite — alimentando los ríos con sus deshielos.

La mayor alza en la temperatura a gran altura se proyecta para la Cordillera Blanca, en el norte de Perú (ver Los glaciares de Perú ‘retroceden rápidamente’). Esta es la cadena montañosa más alta y con mayor extensión de glaciares tropicales.

“Una mayor temperatura en la Cordillera Blanca podría ocasionar que una mayor superficie de glaciares reciban lluvia en vez de nieve, reduciendo por lo tanto la acumulación de hielo”, dice la coautora del estudio, Rocío Urrutia, de la Universidad Austral de Chile.

“Por otra parte, un debilitamiento de los vientos que proporcionan humedad desde la zona amazónica podría también reducir las precipitaciones, disminuyendo aun más el suministro de agua en los glaciares”, dijo a SciDev.Net.

Esto, agrega, reducirá la disponibilidad de agua durante la estación seca, “afectando el consumo humano, la irrigación agrícola y la generación de energía hidroeléctrica”, principalmente en el departamento peruano de Ancash, donde hoy habitan cerca de un millón de personas.

“Explorar vías alternativas de generación de energía, hacer un uso más eficiente del agua y mejorar las tecnologías para manejar el suministro”, son algunas de las iniciativas que podrían reducir el impacto de los escenarios pronosticados, dice Urrutia.

Los autores destacan que se requieren comparaciones con un registro de modelos climáticos regionales para poner sus hallazgos en perspectiva.

El estudio se publicó en el Journal of Geophysical Research el mes pasado (23 de enero)

Enlace al artículo en el Journal of Geophysical Research

References

Journal of Geophysical Research, Vol. 114, 2009