03/12/15

Grandes ríos afectan al cambio climático de modo diferente

Luvua River
Crédito de la imagen: Brian Sokol/Panos

De un vistazo

  • Aguas continentales como ríos contribuyen al cambio climático pero son menos valorados
  • Estudio encuentra que el río Congo emite más metano que el Amazonas
  • Experto sugiere que el uso del suelo en la cuenca del Congo podría ser la razón

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Un estudio que usó medidas directas de las cuencas de los ríos Congo y Amazonas sugiere que ambos contribuyen al cambio climático de manera diferente, pues el Congo emite de tres a cuatro veces más metano (CH4) que el Amazonas.
 
Científicos de Bélgica, Brasil y Francia dicen que las estimaciones globales de emisiones de metano y dióxido de carbono (CO2) tienden a dar este resultado por el uso de cuencas adyacentes, en vez de hacerlo con medidas actuales de las cuencas tropicales, con aguas continentales subrepresentadas.
 
Por ejemplo, los científicos usaron medidas actuales para evaluar el grado con el que los patrones de dióxido de carbono y metano son similares o diferentes en los dos gigantescos cuerpos de agua.

Tener números correctos no es trivial para aquellos países y para la humanidad”.

Alberto V. Borges, Universidad de Lieja, Bélgica

 
Descubrieron que el Amazonas y el Congo emiten una distribución similar de CO2, mientras el Congo emite de tres a cuatro veces más CH4 que el Amazonas, de acuerdo con un estudio publicado en Nature el 23 de octubre.
 
Alberto V. Borges, autor principal e investigador senior asociado a la Unidad de Oceanografía Química en la Universidad de Lieja en Bélgica, dice que los hallazgos alteran la percepción que se mantuvo durante mucho tiempo de que el Amazonas es un modelo para el funcionamiento de la ecología y la química de todos los ríos tropicales en el mundo, porque el Congo se comporta de modo muy diferente.
 
Los hallazgos implican que se requiere de más investigación para cuantificar correctamente las emisiones de CH4 de ríos y humedales, agrega.
 
John Omara, bioquímico y conferencista en la Universidad Makerere en Uganda, dice a SciDev.Net: “Los altos niveles de metano en el río Congo pueden explicarse por la presencia de humedales que contienen mucha turba, y se unen directa o indirectamente a los ríos, junto con temperaturas mayores en los trópicos que estimulan una gran actividad microbiana”.
 
Los datos se recolectaron en cruceros de ríos y sus afluentes, cubriendo distintas etapas del ciclo anual de inundaciones al usar analizadores infrarrojos para medir CO2 y un detector de ionización de llama para medir las concentraciones de CH4.
 
Hasta ahora, al presupuestar las fuentes y sumideros de carbono para el mercado del carbono, ningún país da cuenta de las emisiones de los dos gases a partir de ríos y aguas continentales; usualmente solo dan cuenta de los sumideros de carbono en bosques, de acuerdo con Borges.
 


“Los ríos Amazonas y Congo son los más grandes del mundo, y se ubican en los bosques tropicales más grandes del mundo. Así que tener números correctos no es trivial para aquellos países y para la humanidad”, dice Borges.
 
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Vida Silvestre, en Estados Unidos, la cuenca del Congo afecta la supervivencia de personas que viven en seis países: Camerún, Congo, Gabón, Guinea Ecuatorial, República Centroafricana y República Democrática del Congo.
 
Omara concuerda con que la explicación dada por los autores del estudio es clara y convincente, pero argumenta que quizá no consideraron detalles de los usos del suelo a lo largo del río Congo, que tienen un importante papel en llevar carbono de las mesetas hacia los cuerpos de agua.
 
El río Nilo puede incluso ser peor, considerando los usos del suelo y las numerosas represas para generar electricidad que están construidas o están siendo construidas en él. Los lagos no son mejores, considerando el uso del suelo a su alrededor, que permite mucha materia orgánica alóctona (importada), dice Omara a SciDev.Net.
 
Sin embargo, Borges explica que hasta ahora la cuenca del Congo se ha mantenido relativamente prístina e inafectada por actividades humanas. Pero en los próximos 25 años se verá incremento en la población, presión y posibles cambios en las prácticas tradicionales de la agricultura hacia otras más intensivas, la desviación del agua, la deforestación y posible construcción de plantas hidroeléctricas, dice.
 
“Todas estas actividades han sido documentadas para cambiar las emisiones de CO2 y CH4 de ríos. Para rastrear estos cambios necesitamos una descripción básica del funcionamiento al día de hoy y nuestro estudio lo cumple”, explica Borges.
 
La versión original de este artículo se publicó en la edición de África Subsahariana de SciDev.Net

References

Alberto V. Borges y otros. Divergent biophysical controls of aquatic CO2 and CH4 in the World’s two largest rivers (Nature, 23 de octubre de 2015)