18/10/15

Q&A: Los desafíos y logros de la región ante la COP21

Hombre inundacion OPS
Crédito de la imagen: OPS/OMS

De un vistazo

  • Latinoamérica y Caribe lideran ejecución de medidas y políticas para desarrollo bajo en emisiones
  • Transformar patrón de movilidad urbana es esencial por su gran potencial de mitigar emisiones
  • Vulnerabilidad de región al cambio climático podría agravarse si no se adoptan medidas necesarias

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[SANTIAGO] A tres meses de la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21), se celebró en Chile el Foro Latinoamericano y del Caribe del Carbono-FLACC 2015 (9-11 septiembre). La cita permitió a los países intercambiar experiencias sobre estrategias de financiamiento que contribuyan a mitigar el cambio climático.
 
Pablo Benítez, economista senior del Banco Mundial y coautor del Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, fue uno de los organizadores del foro. Aquí aborda los principales logros y retos de la región ante el desafío global de reducción de emisiones.
 

El FLACC propuso pedir que el acuerdo de París incluya financiamiento climático e instrumentos de mercado como herramientas de mitigación. ¿Cuál es la relevancia de estos mecanismos?

Cada vez es más evidente que ambos elementos son clave para lograr los objetivos de neutralidad climática a finales de siglo y alcanzar los compromisos derivados de las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC).

El financiamiento climático puede canalizarse en inversiones de capital de riesgo, transacciones en mercados de carbono, garantías, donaciones, préstamos concesionales, créditos, impuestos o tarifas, entre otros.

Instrumentos como los estándares, códigos de construcción, eliminación de subsidios y, sobre todo, mecanismos de mercado del carbono o de tarificación del carbono ya han demostrado que pueden aumentar la participación del sector privado, ayudándoles a tomar más riesgos y hacer mayores inversiones. Asimismo, poner un precio al carbono estimula el uso de tecnologías limpias y la innovación, incentivando el crecimiento económico bajo en emisiones.
 

¿Cómo está la región para avanzar hacia un desarrollo bajo en emisiones?

Latinoamérica y el Caribe está a la vanguardia en la implementación de medidas y políticas para un desarrollo bajo en emisiones. Durante el FLACC 2015 los países reiteraron su compromiso para hacer contribuciones significativas y avanzar hacia economías bajas en emisiones de carbono. Muchos ya han tomado medidas como políticas de tarificación del carbono,  expansión del suministro de energías renovables o transportes públicos eficientes.

“La región puede mostrar su liderazgo en París como estandarte de una visión unificadora de la sociedad civil, el sector público y el privado”.

Pablo Benítez, Banco Mundial

¿Qué ejemplos exitosos destacaría?

Uno de ellos es el impuesto al carbono. Costa Rica fue pionero en la región al introducirlo y lo siguieron México y Chile.

Otro ejemplo interesante son los bonos verdes. Inicialmente la mayoría fueron emitidos por bancos de desarrollo para proyectos no dañinos con el medioambiente y que promueven un desarrollo bajo en emisiones. En 2013 se emitieron bonos verdes por US$11,000 millones y 2014 cerró con más de US$35,000 millones.  Algunos han permitido ampliar la energía solar en zonas rurales de Perú, las fuentes de energía renovable a gran escala en México o el transporte urbano limpio en Colombia.

La financiación mixta se perfila también como una buena fórmula. Apunta a eliminar barreras de mercado para invertir en proyectos que no se consideran viables, pero que tienen potencial de serlo a futuro. Por ejemplo, construcción de plantas solares, conversión de biomasa en energía renovable y mejora de la gestión forestal en la Amazonía brasileña.
 

¿Qué áreas representarán mayores desafíos para la región en la COP21?

El principal desafío es que todos los países lleguen a los acuerdos necesarios para limitar el calentamiento global del planeta por debajo de los 2°C comparado a los niveles preindustriales, y conseguir que las ambiciosas contribuciones climáticas de cada país se lleven a cabo.

La región es una de las más vulnerables al cambio climático, así que es básico conseguir un compromiso global para reducir las emisiones de gases invernadero y girar hacia un modelo económico global bajo en emisiones.
 

¿Qué amenazas enfrentamos si eso no sucede?

Las olas de calor extremo y patrones de lluvia cambiantes ya afectan la productividad agrícola, los regímenes hidrológicos y la biodiversidad. La acidificación de los océanos, el aumento del nivel del mar, los ciclones tropicales y los cambios de temperatura afectarán aún más la vida costera, el turismo, la salud, la seguridad alimentaria e hídrica, particularmente en el Caribe.

La región está en general poco preparada para responder ante desastres naturales, con gran parte de la infraestructura urbana crítica ubicada en zonas vulnerables. Se estima que 73 por ciento de la población vive en zonas costeras de baja elevación.

Asimismo, el derretimiento de los glaciares supone un peligro para las ciudades andinas y el ciclo hidrológico. Estos son solo algunos impactos que podrían agravarse si no se consiguen los acuerdos necesarios. 
 

¿En qué áreas enfrenta la región los mayores desafíos para alcanzar la neutralidad climática?

El crecimiento de la economía regional y una población que llegará a 700 millones en las próximas décadas, influirán directamente en el consumo de energía, con el consiguiente impacto en las emisiones de carbono.  Por lo tanto, el sector energético es clave para alcanzar la neutralidad climática.

La matriz energética de Latinoamérica y el Caribe supera el promedio mundial de energías renovables y se dispone de un gran potencial de ellas. Para 2030, la demanda energética de la región podría aumentar un 75 por ciento, y las fuentes renovables podrían representar la mitad de esa demanda total.

Con programas de eficiencia energética la región podría reducir su consumo energético en 10 por ciento durante la próxima década. De ahí la necesidad de crear marcos normativos robustos y estándares para un desarrollo bajo en emisiones y para enviar una clara señal a los mercados.

Otro sector con muchos desafíos es el transporte, cuyas emisiones han aumentado durante la última década. El transporte público sigue siendo un servicio ineficaz e insuficiente, con el consiguiente aumento de automóviles en circulación y, por ende, mayor demanda de combustible y mayores emisiones. Se suma la falta de infraestructura amigable y segura para peatones y ciclistas. Transformar el patrón de movilidad urbana es fundamental, dado su alto potencial de mitigación de emisiones.

Finalmente, con aproximadamente 87 por ciento de la población latinoamericana viviendo en ciudades en las próximas décadas, la lucha contra el cambio climático necesitará gestionar ciudades resilientes, energéticamente eficientes y con un desarrollo bajo en emisiones.
 

¿Qué logros podrá presentar la región en la COP21?

Uno de sus mayores logros es el haber sabido liderar la lucha contra el cambio climático en diversos frentes. Muchos países han tomado medidas en el plano nacional y han establecido compromisos de reducción de las emisiones ante la CMNUCC. Algunos figuran también entre los primeros países en desarrollo que se comprometieron a contribuir al Fondo Verde para el Clima.

La región puede mostrar su liderazgo en París como estandarte de una visión unificadora de la sociedad civil, el sector público y el privado.

Blog de Pablo Benítez