15/06/10

Usan hongos ‘inocuos’ para mejorar cultivos básicos

Los genes ayudaron al intercambio de nutrientes entre los hongos y las raíces del arroz Crédito de la imagen: Flickr/CIAT/Neil Palmer

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El arroz creció cinco veces más rápido y las papas requirieron mucho menos fertilizante empleando una técnica en la que se introducen hongos en las raíces de los cultivos.

Aunque algunos hongos pueden causar enfermedades a los cultivos (ver Rice fungus blasts its way through roots too), otros — conocidos como hongos micorrícicos — viven en armonía con ellos, lo que beneficia tanto a las plantas como a los hongos. 

Se sabe que los hongos extraen nutrientes, tales como fosfato, del suelo que rodea a una planta, los que luego pueden ser empleados por ésta. A cambio el hongo recibe azúcares producidas por la planta a través de la fotosíntesis.

Pero hasta ahora los estudios sobre este fenómeno se habían hecho en regiones temperadas, con poca evidencia de que estos hongos pudieran ayudar a mejorar cosechas como el arroz, que crece en otros climas.

Ian Sanders, biólogo de la Universidad de Lausana, Suiza, señaló que una investigación reciente mostró que los hongos pueden tener un importante impacto en el rendimiento de suelos ácidos en regiones tropicales.

“Ahí los fertilizantes a base de fosfato se unen al suelo, lo que dificulta que los cultivos lo extraigan sin ayuda de los hongos”, dijo a SciDev.Net. Aprovechar este proceso podría volverse cada vez más importante, dada la escasez mundial de fosfato en el suelo que se predice que ocurrirá en las próximas décadas (ver Diminishing phosphorus threatens world’s agriculture).

El equipo de Sanders usó enfoques tradicionales y sin modificación genética para reproducir hongos (Glomus intraradices) que contuvieran genes beneficiosos, y con ellos inocularon arroz. 

Los genes ayudaron al intercambio de nutrientes entre los hongos y las raíces del arroz, lo que condujo a un crecimiento del arroz cinco veces más rápido, reportaron los investigadores en Current Biology la semana pasada (10 de junio).

La investigación fue realizada en invernaderos suizos, donde se reprodujeron condiciones tropicales, por lo que aún se necesitan pruebas en terreno para confirmar si esto funcionaría con arroz a gran escala.

Sanders también está colaborando con investigadores de la Universidad Nacional de Colombia en pruebas en terreno de cultivos económicamente importantes, tales como la papa y la mandioca.

Hasta ahora los resultados son promisorios: la misma cantidad de papas se cultiva con menos de un tercio del fertilizante de fosfato que se aplica normalmente.

Se espera que los resultados de los estudios en terreno con mandioca estén disponibles dentro de un par de años.

Roland Buresh, científico del Instituto Internacional de Investigación del Arroz y especialista en manejo de nutrientes, explicó que “los hongos requieren la presencia de oxígeno para crecer. Estos podrían crecer bien en un vivero de arroz, pero es improbable que prosperen después de trasplantarlos en suelos de arroz sumergido, donde la aireación es limitada, por lo que los beneficios podrían ser menores para el arroz en suelos sumergidos”. 

“No esperaría que la técnica cambie la duración del crecimiento de una variedad de arroz ni que permita que se cultive más arroz en un año”.

El mes pasado (23 de mayo) dos equipos de investigadores reportaron de forma independiente en Nature Genetics el descubrimiento de un gen — el OsSPL14 — que puede aumentar la productividad del arroz hasta en 10 por ciento.

 

References

Current Biology doi: 10.1016/j.cub.2010