25/05/17

México: urge mejorar Acuerdo sobre especies invasoras

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Lagarto pasa ríos [Basiliscus vittatus], catalogado como especie exótica invasora que habita en las tierras bajas mexicanas. Crédito de la imagen: G. Campillo G. para SciDev.Net

De un vistazo

  • Conocimiento sobre especies invasoras en nuestra región es fragmentario e incipiente
  • Acuerdo que enlista especies exóticas invasoras de México tendría graves fallas y carencias
  • Urge mejorarlo porque Acuerdo es uno de cuatro pilares de propuesta de Ley General de Biodiversidad

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Este artículo fue escrito, por Leticia Ochoa-Ochoa, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), César A. Ríos-Muñoz y Joaquín Arroyo-Cabrales, del Laboratorio de Arqueozoología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Ciudad de México; Oscar A. Flores-Villela y Martha Martínez-Gordillo, Facultad de Ciencias de la UNAM.

En Australia, diversas especies introducidas, como nopales, conejos y sapos, los dos primeros introducidos a mediados del siglo XIX, y los sapos en 1935, terminaron convirtiéndose en plagas en cuestión de décadas. Todos han causado estragos a la biodiversidad de ese continente. En México, la pérdida del petrel de Guadalupe [Oceanodroma macrodactyla], se asocia a la presencia de gatos y roedores  en la Isla Guadalupe, donde era abundante. 
 
Estos son apenas dos ejemplos de la gran amenaza que conlleva para todo el mundo la introducción de especies invasoras, trátese de animales, plantas, hongos o microorganismos que son transportados fuera de sus hábitats naturales por diversos motivos —accidentales o intencionales—, pero que, además de los efectos negativos sobre especies y ecosistemas nativos, también pueden causar problemas económicos, sanitarios y políticos.
 
Por ello, gobiernos de diferentes países del mundo realizan acciones para implementar políticas que permitan la delimitación, control o erradicación de especies invasoras.

“El Acuerdo debería permitir la evaluación constante y real de las especies invasoras en México”.

Leticia Ochoa; César Ríos; Joaquín Arroyo; Oscar Flores y Martha Martínez.

En nuestra región, países como Colombia y Argentina, reportan más de 300 y 654 de estas especies, respectivamente. Y un informe técnico de la UNESCO (2008) [1], encontró que en las 102 Reservas de Biósfera de 19 países de América Latina y el Caribe, existen por lo menos 30 especies invasoras que se encuentran en el listado de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, elaborado por el grupo de especialistas en especies invasoras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
 
No obstante estos datos, en general el conocimiento sobre especies invasoras en nuestro continente es aún disperso, fragmentario e incipiente.
 
En México, el 7 de diciembre del 2016 se publicó un acuerdo que enlista las especies exóticas invasoras, como parte de la Estrategia Nacional de Especies Invasoras. Este acuerdo aparece rubricado por el secretario de medio ambiente y recursos naturales; sin embargo, los métodos bajo los cuales se seleccionaron las especies incluidas no son explícitos.
 
La lista presenta errores y omisiones importantes, como incluir especies nativas mexicanas como invasoras, además sin especificar los sitios de invasión, como la rana toro [Lithobates catesbeianus] o el lagarto pasa ríos [Basiliscus vittatus]. En una carta recientemente publicada [2] se menciona que la lista es producto de cinco años de trabajo por cerca de 50 investigadores y estuvo a cargo del Comité Asesor Nacional sobre Especies Invasoras [3].
 
De otro lado, en la lista faltan incluir numerosas especies que han sido identificadas por expertos como verdaderas invasoras, como las carpas, tilapias, plecos o limpiapeceras [Familia Loricariidae] y el pez león [Pterois volitans]. Y, vulnerando procedimientos internacionalmente establecidos para la elaboración de listas de especies invasoras, incluye géneros completos con especies nativas e invasoras, además de especies de las que no existen registros para México, como el gorrión [Pycnotus cafer], cuyos registros más cercanos están en el sur de Estados Unidos.
 
El tema se vuelve aún más relevante porque actualmente en México se está promoviendo una nueva Ley General de Biodiversidad, siendo este acuerdo uno de los cuatro pilares en los que está basada la propuesta de dicha ley. A pesar de que se ha mencionado que esta no es una lista exhaustiva y que se analizarán las especies caso por caso [2], en el Acuerdo no están redactados los mecanismos que se seguirían para poder incluir más especies, como tampoco quienes estarían a cargo, ni la forma en que serían evaluadas.
 
Desconocemos cuáles son los procedimientos que se siguen en otros países para actualizar estos listados, sin embargo existen aspectos técnicos fundamentales que deben ser tomados en cuenta al momento de elaborar una lista de especies exóticas invasoras en cualquier lugar del mundo. Están pensados para que las listas sean operacionales y exitosas en el largo plazo.  (Ver recuadro)

Aspectos a considerar para elaborar una lista de especies invasoras

  • Método explícito y transparente
  • La consideración de una especie como invasora debe basarse en métodos claros y explícitos, que permitan dar a conocer los criterios utilizados para establecer por qué debe ser incluida bajo ese estatus. Así se evitan criterios arbitrarios que puedan existir por intereses económicos o políticos.
  • Determinación a nivel de especie utilizando taxonomía actualizada
  • Es necesario que los taxones sean reconocidos de forma clara, a nivel de especie, y evitar la inclusión de géneros completos, variedades o subespecies. Considerando que los nombres científicos cambian, las listas de especies deben estar asociadas a un sistema que permita la actualización constante de la nomenclatura, en el cual se puedan consultar los diferentes nombres con los que ha sido reconocida una especie.
  • Lugar donde están invadiendo
  • La referencia al área geográfica de invasión permitirá enfocar los planes de control y erradicación de manera precisa, evitando acciones sobre especies que se hallen dentro de su área de distribución nativa. Una especie puede ser oriunda de una parte del país y sin embargo ser invasora en algún otro lado.
  • Nivel de invasión o invasividad
  • No todas las especies exóticas son invasoras. Una especie exótica es aquella que ha sido introducida en un sitio donde no es nativa. Para algunas especies, esta condición permite su establecimiento exitoso (por falta de depredadores, disponibilidad de recursos) convirtiéndose en invasoras. Pero además, no todas las especies invasoras tienen el mismo potencial de causar daño en los ecosistemas. 
  • Líneas base temporales
  • No todas las especies invasoras que se encuentren en un lugar llevan el mismo tiempo desde que fueron introducidas. Por ejemplo, muchas especies domésticas del continente americano llevan aquí más de 500 años, mientras que otras han sido recientemente registradas. Estas diferencias temporales deben ser consideradas para determinar si las especies ya forman parte de las comunidades donde fueron introducidas y, por tanto, eliminarlas causaría más perjuicio que beneficio.
    Por ejemplo, la planta africana [Leonotis nepetifolia] es un recurso para los colibríes (nativos de América) ya que la flor es una fuente importante de néctar. En este sentido, se necesitan estudios para saber el impacto que tendría eliminar este tipo de invasoras, introducidas hace largo tiempo.
  • Jerarquía en las legislaciones
  • Para catalogar una especie como invasora hay que revisar la legislación o listas internacionales existentes. Si una especie está catalogada “en riesgo” en una norma local, hay que determinar cuál legislación va a primar. Este tipo de contradicciones puede ser resuelto si se establece un claro orden jerárquico de legislaciones, tanto nacionales como internacionales, para poder establecer así planes de acción específicos para las especies invasoras listadas en otras leyes.
  • Priorización de la amenaza
  • En cualquier país los planes para el control, manejo y erradicación de las especies exóticas están sujetos a la disponibilidad de recursos. Por lo tanto es necesario determinar en qué especies es necesario establecer planes de acción y en cuáles no. Además, se deben monitorear y evaluar constantemente las amenazas, para poder cambiar el orden de prioridades cuando sea necesario.
 
Desafortunadamente, el acuerdo mexicano no considera ninguno de estos puntos, lo que puede conducir a malas estrategias y toma de decisiones que representen un riesgo para la biodiversidad, especialmente tratándose de un país megadiverso [4]. Las críticas más fuertes a esta lista se hicieron a través de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER), previas a la publicación del Acuerdo. A pesar de la trascendencia que esto puede tener sobre la biodiversidad y los ecosistemas en México, actualmente la comunidad científica está más enfocada en las implicaciones que pudiera tener la ley de Biodiversidad de manera global.
 
En México existen diversas instancias que tratan de una forma u otra con especies invasoras, como el Sistema de Vigilancia Epidemiológica Fitosanitaria, que se ocupa de patógenos específicos relacionados con elementos agroalimentarios, y el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos, en el caso de enfermedades.

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Papantla [Canna indica], especie nativa de México, Centro y Sudamérica, que ha sido catalogada como exótica invasora en la lista. Crédito: M. Martínez Gordillo para SciDev.Net

 
La experiencia demuestra que estas instancias actuaron de forma exitosa ante amenazas a la biodiversidad, como ocurrió con el monitoreo, control y erradicación de la palomilla del nopal [Cactoblastis cactorum]. En ese caso, ante la amenaza de la invasión se prepararon los escenarios posibles para poder actuar de forma efectiva. Por esta razón, cuando llegó en 2006 a Isla Mujeres, Q. Roo, el personal se encontraba capacitado y se dio la alerta inmediata conteniendo el brote, por lo que fue erradicada en 2009. El Acuerdo debería permitir la evaluación constante y real de las especies invasoras en México.
 
Creemos necesario establecer monitoreos biológicos a lo largo del país, que se realicen de forma constante, y tratar a las especies exóticas invasoras como enfermedades de los ecosistemas. Por eso invitamos a los especialistas e instituciones a pronunciarse.

Estamos preocupados por el Acuerdo publicado y pensamos que un amplio debate entre los sectores involucrados, que tome en cuenta estos puntos y recurra a otras experiencias y opiniones fuera del país, dará más solidez a las autoridades mexicanas para generar una lista más exacta y un marco más efectivo para la Ley General de Biodiversidad. Esa es nuestra principal prioridad en este momento.
 
 

> Cien de las especies invasoras más dañinas del mundo
Enlace al Acuerdo por el que se determina la Lista de las Especies Exóticas Invasoras de México

References

[1]. Schüttler, E. & Karez, C.S. (eds) 2008. Especies exóticas invasoras en las Reservas de Biosfera de América Latina y el Caribe. Un informe técnico para fomentar el intercambio de experiencias entre las Reservas de Biosfera y promover el manejo efectivo de las invasiones biológicas. UNESCO, Montevideo.
 
[2] Golubov, J., Aguirre-Muñoz, A., Mendoza, R. & Méndez, F. 2017. Mexico’s invasive species plan in context. Science 356: 386.
 
[3] CANEI. 2010. Estrategia nacional sobre especies invasoras en México, prevención, control y erradicación. CONABIO-CONANP-SEMARNAT, México, D. F.; www.biodiversidad.gob.mx/pais/pdf/Estrategia_Invasoras_Mex.pdf
 
[4] Ochoa-Ochoa, L. M., Flores-Villela, O., Ríos-Muñoz, C. A., Arroyo-Cabrales, J. & Martínez-Gordillo, M. 2017. Agreement in Mexico may threaten native species. Science 355: 1033.