Por: Lisbeth Fog
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[BOGOTÁ] Con la formulación participativa de una estrategia de protección de la biodiversidad, Colombia planea tener dentro de un año y medio el plan de acción de su Política para la Gestión Integral de la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE), cuyo eje central será el uso de los recursos biológicos para la salud y el desarrollo humano.
La estrategia, cuyo proceso de formulación se inició el 21 de agosto, apunta a responder a las Metas de Aichi para la Biodiversidad 2011–2020, adoptadas en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (Nagoya, 2010) y ratificadas por Colombia. Para ello, hará énfasis en cuatro aspectos.
Estos son: integrar la biodiversidad y sus servicios a los procesos de planificación de desarrollo y reducción de la pobreza; restaurar los principales servicios ecosistémicos, como el agua; continuar declarando áreas terrestres y marinas protegidas, y fortalecer los ecosistemas para enfrentar el cambio climático.
“Son políticas que no son de y para la biodiversidad, sino para la gestión integral de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos asociados a ella”, explica a SciDev.Net Brigitte Baptiste, directora del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt.
“Son políticas para la gestión integral de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos asociados a ella”.
Brigitte Baptiste
Y aunque “es difícil articular la biodiversidad —como especies o genes— con procesos políticos, administrativos o sociales, la gestión integral significa que para garantizar la preservación de la biodiversidad tenemos que actuar con los sectores de la economía, la sociedad, la gestión del territorio”, agrega.
El proceso de formulación de la estrategia es coordinado por el Instituto, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, con el concurso de los institutos de investigación adscritos al ministerio.
“Deberá leer nuestros problemas más críticos al lado de nuestras principales oportunidades: conflicto y paz, pobreza y bienestar, desastres naturales y seguridad territorial, todo desde la lógica de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos, como una alternativa innovadora de resolver problemas y plantearnos una mirada hacia el futuro mucho más resiliente y adaptativa”, dice Baptiste.
Constanza Ramírez, coordinadora del proyecto de conocimiento tradicional y agrobiodiversidad del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, opina que “puede ser la carta de navegación para pensar el país con un potencial mundial que abandere la protección de los recursos naturales para su aprovechamiento y tenga como énfasis otra concepción económica, basada en la sostenibilidad de ecosistemas y culturas”.
Pero, dice a SciDev.Net, si bien la política considera la protección de los conocimientos tradicionales como servicios culturales en algunos ejes, “en otros, como el desarrollo económico, competitividad y calidad de vida no menciona su utilidad, desconociendo el aporte que tiene su promoción para mejorar las condiciones de vida del 30 por ciento de la población colombiana”.
Política para la Gestión Integral de la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos
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