27/02/12

Argentina traduce texto de Nagoya a idiomas originarios

Andrea Segundo, representante del pueblo Wichí tradujo a este idioma el Protocolo de Nagoya Crédito de la imagen: Ana Belluscio

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[BUENOS AIRES] El gobierno argentino se reunió con sus comunidades indígenas para iniciar la socialización del texto del Protocolo de Nagoya, el cual se tradujo a cuatro idiomas originarios. 

El documento sobre acceso a recursos genéticos y participación de sus beneficios —consensuado en 2010 durante la Conferencia de las Partes (COP10) de las Naciones Unidas en Japón— es uno de los primeros pasos de un plan conjunto entre gobierno y pueblos originarios para proteger la biodiversidad del país. 

El protocolo ya se tradujo a los idiomas Qom, Wichí, Mapuche y Ava Guaraní. 

Roberto Ñancucheo, director de Pueblos Originarios y Recursos Naturales de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, SAyDS, dijo a SciDev.Net que luego se harán traducciones a los doce idiomas originarios restantes que se hablan en el país. 

La expectativa es entregar a los pueblos cinco mil copias en cada idioma, con el fin de distribuirlas en sus territorios, “para que todos tengan acceso a estar informados”, comentó Ñancucheo. 

Gabina Ocampo, representante del pueblo Qom, dijo que la traducción es necesaria para que las comunidades comprendan el alcance de sus derechos. “Nuestros hermanos pueden en algún momento llegar a utilizar esta herramienta y tienen que tener bien en claro qué es lo que quiere decir el protocolo”, dijo. 

La discusión sobre estrategias conjuntas se llevó a cabo del 15 al 25 de febrero en Buenos Aires, y reunió a representantes de pueblos originarios y miembros de la SAyDS de Argentina. 

El siguiente paso consiste en la capacitación a pueblos originarios sobre el Consentimiento Libre, Previo e Informado, CLPI, el cual establece que se debe solicitar la autorización de los pueblos para realizar investigaciones o estudios en su territorio. 

Actualmente, “el consentimiento es a veces forzado o a veces no se hace”, explicó a SciDev.Net Carlos Flóres, delegado de la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita – Salta. Sin este resguardo, se pueden retirar muestras de material genético o biodiversidad de los territorios sin autorización o control. 

“Lo que estamos brindando es una hoja de ruta de cómo se haría una consulta a los pueblos para que eso tenga la validez [legal]”, aseguró Ñancucheo. 

A partir de ese documento se definirá a quiénes —miembros de la comunidad, consejo o individuos—, deberán solicitar permiso los investigadores para poder estudiar sus territorios y las especies que allí se encuentren. 

De esta manera, según Flóres, los pueblos buscan preservar los recursos para las generaciones que vienen. “Por miles de años, si alguien ha garantizado el cuidado, protección o el uso equilibrado de la biodiversidad hemos sido los pueblos [originarios]”, dijo.