15/03/13

Drones comienzan a mostrar sus promesas de desarrollo

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Los drones se pueden usar monitorear hábitats, plantaciones o conflictos Crédito de la imagen: Matternet

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Drones podrían entregar fármacos y proteger a personas vulnerables, pero hay obstáculos que persisten, dice Rodrigo de Oliveira Andrade.

[SAO PAULO] Los drones han adquirido mala reputación por causar muertes repentinamente desde el aire. Su uso reciente por parte del ejército de los Estados Unidos para matar extranjeros, así como ciudadanos estadounidenses sospechosos de terrorismo, también ha suscitado un gran debate sobre su gobernanza.

Pero hay crecientes señales de los vehículos aéreos no tripulados (VANT) podrían traer desarrollo en lugar de destrucción.

DE UN VISTAZO

  • Hay planos avanzados para el uso de drones en trabajos de ayuda humanitaria
  • Pero son costosos de desarrollar, requieren experiencia y plantean problemas éticos
  • Las Naciones Unidas trabajan en un marco de gobernanza para drones, mientras que los esfuerzos comerciales continúan

Entusiastas argumentan que los drones podrían ser utilizados para entregar medicamentos y vacunas, establecer redes móviles de comunicación cuando ocurren desastres naturales, combatir la caza furtiva y proporcionar alertas tempranas de conflictos emergentes.

La Organización No Gubernamental WWF, por ejemplo, planea hacer usar los ‘drones de conservación’.

“En una primera fase, WWF probará tecnologías de vigilancia aérea equipadas con sensores para detectar cazadores furtivos y dirigir los esfuerzos vigilancia”, dice Crawford Allan, el líder del proyecto.

“Hay varias tecnologías y la WWF se concentrará en encontrar el vehículo correcto, con los sensores adecuados y que, al mismo tiempo, sea costo-efectivo y fácilmente operable para las equipos de lucha contra la caza furtiva”, explica a SciDev.Net.

Ese trabajo ha sido posible gracias a una donación de US$5 millones hecha en diciembre por el Google Global Impact Awards, lo que permitirá a WWF probar tecnologías avanzadas, pero fácilmente replicables, en sitios vulnerables de Asia y en parques naturales del África.

Un sistema de inspección aéreo se combinará con tecnologías de marcación de animales y patrullas de guardaparques guiados por un software analítico para proporcionar vigilancia a fin de detectar y prevenir la caza furtiva.

“Esta tecnologías paraguas, combinada con la formación en tierra de los guardaparques en la primera línea de la conservación, es fundamental en la lucha contra los cazadores furtivos y el comercio ilegal de vida silvestre”, dice Allan.

En una iniciativa paralela, llevada a cabo el año pasado, WWF probó una tecnología de vigilancia aérea básica para el monitoreo de animales y las actividades de comercio ilegal en el Parque Nacional de Chitwan, en Nepal.

Visión aérea

Del mismo modo, en el estado de Sao Paulo, Brasil, hay planes de usar los drones “para identificar áreas deforestadas, violaciones ambientales, pesca ilegal y quemas irregulares de cultivos agrícolas”, dice Gustavo Biagioni, capitán de la Policía Militar Ambiental de Ribeirão Preto.

Drones equipados con cámaras pueden dar al operador una visión aérea continua de lo que está pasando en el suelo, pero en ese caso el dron tomará y almacenará imágenes que podrá analizar una vez que haya retornado a su base.

El desarrollo de drones en Brasil se ha visto perjudicado por la necesidad de importar piezas

AGX Tecnologia

El proyecto es resultado de una asociación entre la policía, la Universidad de Sao Paulo y la empresa de fotografía aérea y desarrollo de drones AGX Tecnologia. El presidente de la compañía, Adriano Kancelkis, espera que el esquema se torne operacional en julio, siempre y cuando hayan obtenido la aprobación para el vuelo de los drones por parte de la Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil.

La compañía también está desarrollando un proyecto de drones de código abierto, el que estará disponible para otras compañías e individuos. Kancelkis espera que la tecnología se desarrolle ampliamente en Brasil, lo que a su juicio forzaría al gobierno a establecer regulaciones para el uso de drones, además de facilitar la producción local de componentes fundamentales que actualmente necesitan importarse.

“La idea es estimular el desarrollo de otros sistemas en Brasil. Si toda la tecnología está disponible, ésta podrá modificarse de acuerdo con lo que se necesite”, dice a SciDev.Net.

Un ejemplo de esas otras posibilidades viene de un equipo del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnologia en Sistemas Incorporados Críticos de la USP, que ha desarrollado un forma de usar los drones para rociar plantaciones.

El sistema, cuyos creadores estiman que podría estar disponible comercialmente dentro de diez años, se basa en sensores en tierra que envían coordenadas para que el dron vuele en una ruta preestablecida. Jó Ueyama, profesor del Instituto de Matemática y Ciencia de la Computación del USP y uno de los creadores del proyecto, dice a SciDev.Net que los sensores pueden ayudar a minimizar el desperdicio de pesticidas.

Retraso para despegar

Pero el desarrollo de drones en Brasil y otros tantos países en Latinoamérica todavía está obstaculizado por los costos, falta de conocimiento y consideraciones éticas y de seguridad no resueltos.

Kalinka Castelo Branco, otra profesora del Instituto de Matemática y Ciencia da Computación de la USP, dice que el país todavía necesita importar algunos de los equipamientos necesarios para fabricar los drones.

La seguridad es otro factor que se debe tener en cuenta: garantizar que los accidentes sean eventos raros y, muchos más importante en grandes ciudades, como Sao Paulo, asegurar que los drones no interfieran con el tráfico aéreo convencional.

Eduardo Cabral, profesor del Laboratorio de Vehículos Autónomos de la USP, dice a SciDev.Net que los drones todavía son incapaces de comunicarse con bases de control aéreo en tierra.

“Por lo tanto, imagine decenas de estos vehículos volando sobre las ciudades”, dice. “Hay que tomar medidas para evitar accidentes que involucren helicópteros y otras aeronaves”, agrega.

Jean-Christophe Zufferey, investigador científico y profesor en el Laboratorio de Sistemas Inteligentes del Instituto Federal Suizo de Tecnología, en Lausanne, Suiza, señala que los drones usados para aplicaciones civiles deben ser livianos, de manera que sea poco probable que hieran a personas en el caso de un desperfecto dramático.

Zufferey es cofundador y CEO del senseFly, una compañía de VANTs civiles ultralivianos con sede en Ecublens, Suiza. Sus pequeños drones pesan menos que un kilogramo y son capaces de monitorear una área de diez kilómetros en menos de una hora, generando informaciones precisas y mapas 3D actualizados.

El temor a la vigilancia estatal de los individuos y de las comunidades —o a los ‘espías en el cielo’— y a los límites difusos entre las operaciones civiles y las militares también limita el desarrollo de drones.

Algunos autores sostienen que los drones pueden ser modificados para llevar a cabo actividades como la vigilancia del tráfico de drogas en barrios de chabolas. Como el dron de pulverización agrícola es eléctrico, “no emite ruido, lo que puede ser útil en operaciones policiales”, dice Ueyama. Activistas de los derechos humanos ven esto como la caja de Pandora, que puede dar al gobierno significativos nuevos poderes.

Preocupaciones militares

Temores respecto del potencial uso militar de los drones ya afectan a Brasil, debido a la participación del país en tratados internacionales de control de armas, los que podrían considerarlos como posibles transportadores de armas químicas. Esa es una de las razones por las cuales los proyectos de drones frecuentemente son interrumpidos debido a restricciones en la importación de elementos claves y las pruebas de prototipos.

Pero la sensibilidad militar es particularmente aguda cuando se trata de usar drones para trabajos humanitarios o para misiones de paz en zonas de conflicto.

Matternet espera usar una red de drones para entregar mercancías a áreas remotas

Matternet

Las Naciones Unidas han estado considerando emplear drones para su “misión de estabilización” en la República Democrática del Congo, en África. Kieran Dwyer, portavoz del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, explicó a SciDev.Net en enero que el objetivo sería usar la tecnología para mapear los movimientos de grupos armados en el área este del país, a fin de mantener a los civiles fuera de las áreas de peligro.

“El uso de drones se haría solo en cooperación total con el gobierno del Congo. También necesitaríamos el apoyo de los estados miembros para equipar la misión”, enfatiza.

Temas sensibles también emergen incluso cuando se trata de usar drones para ayudar en acciones humanitarias en áreas sin conflicto, como ocurre con Matternet, una compañía estadounidense cuyo proyecto es acelerar la entrega de suministros como medicamentos en áreas remotas.

Uno de los fundadores de la compañía, Andreas Raptopoulos, estima que el costo mínimo para implementar una red flexible y autónoma con 50 estaciones bases y 150 drones es de US$900.000.

Sin embargo, pese a los costos, un artículo reciente publicado en la red de asuntos internacionales Opencanada.org, destacó que el uso de los drones para propósitos humanitarios puede ser éticamente más problemático de lo que parece.

“Los drones pueden complicar el ya complejo desafío de diferenciar a los actores humanitarios de los proveedores militares a los ojos de las poblaciones afectadas”, escribió Nathaniel Raymond, director del Programa de Seguridad Humana y Tecnológica de la Iniciativa Humanitaria de Harvard, Estados Unidos. “Además, los drones pueden crear y amplificar la impresión de que trabajadores humanitarios están involucrados en la recolección activa de inteligencia”, añadió.

Política internacional

La Organización Internacional de Aviación Civil de las Naciones Unidas (ICAO) está desarrollando un marco de gobernabilidad para la aviación de drones entre las naciones.

Jack Chow, ex embajador de los Estados Unidos sobre el VIH/Sida y profesor de diplomacia de la salud mundial en el Heinz College de la Universidad Carnegie Mellon, Estados Unidos, dice a SciDev.Net que el uso de drones simplemente para transportar mercancías de emergencia desde una base receptora, con el consentimiento y cooperación de todas las partes, puede minimizar las preocupaciones éticas.

Sin embargo, señala que “el uso especializado y pionero de drones que mezclan funciones civiles en zonas de conflicto tendría que formularse cuidadosamente”. Y en general, enfatiza la importancia de asegurar que todo el sistema regulatorio internacional separe cuidadosamente la tecnología de drones en los usos civiles y en los militares.

Chow sugiere que la ICAO y otras organizaciones y gobiernos que traten de establecer un marco de gobernanza debieran tomar en cuenta cuatro cuestiones claves: privacidad, rendición de cuentas, seguridad y soberanía.

Esto, agregó, podría ayudar a equilibrar el derecho individual a la intimidad con el interés nacional, así como ayudar a determinar quién está a cargo de las operaciones de los drones y cómo se resuelven los conflictos en caso de mal uso o accidentes.

El debate sobre los pros y contras en relación al uso pacífico de los drones continúa, con defensores como Chow respaldando su potencial, y críticos como Raymond, que creen que cualquier ventaja que pueda dar a las ONG para proporcionar información o entrega suministros de ayuda no supera los riesgos.

En tanto, el desarrollo de la tecnología continúa, impulsado en parte por las organizaciones comerciales y gubernamentales que ven potencial en las operaciones de paz de los VANT, pero sobre todo, por los militares interesados en que armas que sean efectivas en el campo de batalla, pero que no pongan en peligro las vidas en su propio bando.