12/01/16

Grandes represas hidroeléctricas deben evaluarse mejor

represa por winemiller
Crédito de la imagen: Kirk Winemiller

De un vistazo

  • Científicos piden balancear costos y beneficios de hidroelectricidad y biodiversidad en grandes represas
  • Hay 450 represas hidroeléctricas planeadas o construyéndose en ríos Amazonas, Congo y Mekong
  • Complejo hidroeléctrico de Belo Monte, Brasil, establecería record de pérdida de biodiversidad

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[SANTIAGO] Cuatrocientos cincuenta nuevas represas hidroeléctricas planeadas o en construcción en los grandes ríos Amazonas en Brasil, Congo en  África y Mekong en China, llevarán a la desaparición  de especies de peces que no existen en ninguna otra parte.
 
“Estas cuencas de ríos tropicales contienen una enorme proporción de la biodiversidad de agua dulce, incluyendo alrededor de un tercio de todas las especies de peces de agua dulce”, dice Kirk Winemiller de la Universidad de Texas A&M.
 
Winemiller es uno de los científicos de 30 instituciones académicas, de gobierno y conservación de ocho países que llaman a balancear los costos y beneficios de la hidroelectricidad y biodiversidad en estos ríos en un artículo en Science (enero 8).

“Estamos escépticos de que los beneficios para las comunidades rurales en las cuencas del Amazonas, Congo y Mekong en términos de más electricidad y más trabajo excedan los costos de perder sus pesquerías, sus plantaciones y sus  propiedades”.

Estudio sobre equilibrio de la energía hidroeléctrica y la biodiversidad en el Amazonas, el Congo, y el Mekong

Señalan que “las grandes represas reducen invariablemente la diversidad de peces”, perturbando la hidrología estacional de ríos tropicales y consecuentemente  la cantidad de peces.
 
Esto sucedería con las dos represas planeadas en el Congo (Inga III y Gran Inga)  que reducirían el  cauce río abajo al menos en un 20 por ciento.
 
El  complejo hidroeléctrico de Belo Monte, Brasil, podría establecer un record de pérdida de biodiversidad por su ubicación en un lugar de gran endemismo de especies, advierte el artículo.
 
Y en el Mekong, mantener la seguridad alimentaria regional en vista de las pérdidas de las pesquerías por las 88 nuevas represas proyectadas para 2030 requeriría expandir la tierra agrícola entre 19 y 63 por ciento.
 
“Las predicciones económicas frecuentemente excluyen o subestiman los costos de la mitigación ambiental”, señalan los autores, denunciando que se han gastado millones de dólares en estudios que no inciden en los proyectos, a veces porque se terminan ya iniciada la construcción. 
 
“Estamos escépticos de que los beneficios para las comunidades rurales en las cuencas del Amazonas, Congo y Mekong en términos de más electricidad y más trabajo excedan los costos de perder sus pesquerías, sus plantaciones y sus  propiedades”, declaran.
 
La solución, dicen, es mejorar substancialmente los estudios del impacto acumulativo de múltiples represas sobre la hidrología,  productividad del ecosistema, biodiversidad, pesquerías y sustento, recurriendo a la cada vez más abundante información espacial sobre biodiversidad y servicios ecosistémicos.


“Ciertamente una mejor planificación es deseable, pero más importante que la planificación detallada del diseño o manejo de una represa es la decisión inicial: construir o no construir”, dice a SciDev.Net Philip Fearnside, investigador del Instituto Nacional da Pesquisas da Amazonia (INPA), Manaus, Brasil.
 
“Ninguna modificación evitaría el enorme impacto de una represa como Belo Monte, que ha ignorado las consideraciones de la Evaluación de Impacto Ambiental  y de la decisión original, hecha mucho antes de que existieran los estudios ambientales”, sentencia.

Enlace al resumen del artículo en Science.