23/04/03

Frente común de cinco naciones de Sudamérica para proteger la Cuenca del Plata

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Cinco países latinoamericanos unen esfuerzos para lanzar una nueva iniciativa científica para proteger — por medio de una gestión sostenible — a la Cuenca del Plata, un área que cubre el 17 por ciento del Sudamérica.


Con el apoyo de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus inglés en inglés), los cinco países — Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay — colaborarán entre sí en proyectos de investigación.


La iniciativa también intenta conseguir fondos adicionales para investigar en temas críticos de la región, y encontrar modos de proveer mejor información científica a los tomadores de decisión


La Cuenca del Plata incluye casi todo el sudeste de Brasil, el sureste de Bolivia, una gran parte de Uruguay, toda la superficie de Paraguay, y gran porción del norte de la Argentina. (Ver mapa de la Cuenca del Plata).


La iniciativa, que duraría entre cinco y siete años, no es el único gran proyecto en la zona, y sus coordinadores planifican trabajar juntos con los grandes proyectos integrales.


Uno es el programa Platin/Vamos que fue creado para analizar los vínculos entre la variabilidad climática, los cambios en el uso del suelo, y la hidrología de la cuenca.. Otro proyecto es la Red de Investigación Ambiental y Gestión en la Cuenca del Plata (RIGA), que tiene como objetivo estudiar los recursos de agua.


“El área es críticamente importante para las economías de los cinco países”, dice Robin Thomas Clarke, del Instituto de Pesquisas Hidráulicas, en Brazil. Contiene el 50 por ciento de la población de esos países, y produce cerca del 70 por ciento de su producto bruto interno (PBI).


Según Clarke, los principales problemas que afectan a la cuenca son las fluctuaciones en su clima, las severes inundaciones, la deforestación y la agricultura intensiva. Otros temas graves incluyen la degradación ambiental, producida por la urbanización, y la construcción de instalaciones hidroeléctricas.


Alberto Calcagno, el coordinador de RIGA, advierte que el agua de la Cuenca del Plata está también contaminada. “Uno de los grandes desafíos es la gestión integral y sostenible de la base”, afirma. “Cada uno de los países que forman la cuenca han llevado a cabo acciones en común, pero ninguno tiene la idea de cuenca como un conjunto”.


Claudia Natenzon, científica del Instituto de Geografía de la Universidad de Buenos Aires, señala otro problema. “Nuestros países no tienen una estabilidad institucional constante; los tomadores de decisión y el personal técnico cambian frecuentemente. Por lo tanto, es muy difícil generar nuevos acuerdos entre los países que integran la cuenca”.


Marina Sansostri Ratchford, asociada senior de programas de la AAAS, dice que la nueva iniciativa se realizará a través de una perspectiva multidisciplinaria con un amplio número de actores.


“La iniciativa desplegará herramientas e instrumentos informáticos para cuantificar, recopilar y modelar variables relacionadas con la cuenca. Incluirá bases de datos, sistemas de información geográfica, teleobservación de imágenes, modelos espaciales y matemáticos.”


Sansostri Ratchford agrega que la iniciativa será llevada a cabo con proyectos vinculen la información y la capacidad ya disponibles. Los participantes dispondrán de un sitio especial en Internet y un mapa digital con información sobre las organizaciones que han estado trabajando en la cuenca.


“A largo plazo, tendremos un modelo de los cambios en el uso del suelo”, comenta. “Comprenderemos el impacto de las actividades humanas sobre la hidrología, la biodiversidad y el desarrollo de la cuenca”.


Teniendo en cuenta los grandes problemas que hay en el cuenca, uno de las metas explícitas de la iniciativa es hacer que la investigación científica esté disponible para los tomadores de decisión.


“Es un proyecto interesante y ambicioso”, afirma María Elena Zaccagnini, experta en manejo de vida silvestre en agroecosistema del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de la Argentina. “Será una buena oportunidad para obtener financiamiento para nuestras investigaciones y cooperación de organismos internacionales con alto rigor científico”.


Zaccagnini agrega que la iniciativa también posibilitará el compartir conocimientos sobre el impacto de los plaguicidas y otras prácticas agrícolas en relación a la biodiversidad con otros países que forman la cuenca.


Sin embargo, las opiniones sobre la iniciativa no son unánimes. Jorge Daneri, del Foro Ecológico del Paraná, dice que la iniciativa debería ser administrada por los estados que forman la cuenca. “No se debería considerar a la cuenca sólo desde la perspectiva científica”.