22/02/17

Maíz criollo va revelando sus secretos de adaptación

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Crédito de la imagen: Xochiquetzal Fonseca/CIMMYT.

De un vistazo

  • Resultados ayudarán a mejoradores a obtener variedades mejor adaptadas a condiciones locales
  • Toda la información estará disponible en línea para los interesados
  • Próximo paso: encontrar genes resistentes a condiciones ambientales asociadas a cambio climático

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[CIUDAD DE MÉXICO] Un equipo internacional de científicos identificó 100 genes que influyen en la adaptación a la latitud, altitud, temporada de crecimiento y tiempo de floración de casi 4500 variedades criollas de maíz de México y de casi todos los países latinoamericanos y del Caribe.
 
Las variedades criollas, o nativas, de maíz se derivan de las mejoras hechas durante miles de años por agricultores locales y contienen genes que las ayudan a adaptarse a diferentes entornos ambientales.

“Los mejoradores latinoamericanos podrán utilizar estos resultados para identificar las variedades criollas que puedan contribuir a mejorar la adaptación de sus variedades locales”.

Edward Buckler, Universidad de Cornell

 
“Los mejoradores latinoamericanos podrán utilizar estos resultados para identificar las variedades criollas que puedan contribuir a mejorar la adaptación de sus variedades locales”, dijo a SciDev.Net Edward Buckler, investigador de la Universidad de Cornell y coautor del estudio publicado en Nature Genetics (6 de febrero).
 
La información relativa a los marcadores genéticos descritos en el estudio estará disponible en línea, aseguró Sarah Hearne, investigadora del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo (CIMMYT) y coautora del estudio; “mientras tanto, cualquier mejorador puede contactarnos para solicitar información”, aseguró.
 
“Ahora estamos usando este análisis para encontrar otros genes que son de importancia vital para los mejoradores, como los resistentes a calor extremo, heladas o sequía, condiciones ambientales asociadas al cambio climático y que podrían afectar la producción de maíz”, señaló Hearne.
 
Estudiar las variedades criollas de maíz es sumamente difícil por la variación genética que presentan, pues aunque han sido domesticadas, son más silvestres que las variedades comerciales.    
 
Por ello, los investigadores cultivaron variedades criollas híbridas en diversos ambientes de la región e identificaron las regiones del genoma relacionadas con las tasas de crecimiento; y se preguntaron de dónde venían las variedades y qué características genéticas contribuyeron a su crecimiento en aquel ambiente.

James Holland, investigador de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Jeffrey Ross-Ibarra, investigador de la Universidad de California Davis, y Rodomiro Ortiz, investigador de la Universidad Sueca de Ciencias de la Agricultura, quienes no participaron en el estudio y conversaron con SciDev.Net, aplaudieron los esfuerzos de sus colegas por la magnitud del estudio y por desarrollar un método original que permite acceder a la riqueza genética de las variedades criollas de maíz.
 
Hearne agregó que han iniciado un programa de “premejorías” con un grupo pequeño de mejoradores en México en el que CIMMYT les entrega materiales de su banco de germoplasma de maíces criollos junto con información molecular de éstos para que los incorporen a sus propios programas de mejoramiento y con ello generen nuevas variedades.